Cartografía a lo largo de los años
Los hundimientos de la superficie en la ciudad de San Luis Potosí y sus principales afectaciones fueron reportados por primera vez en 1978 (Arzate et al., 2006). La subsidencia como tal se reportó a partir de 1998, cuando fueron evidentes los primeros daños documentados en colonias del centro de la ciudad como lo son la Colonia Aeropuerto, Reyitos, San Ángel y Valle de los Cedros (Barboza Gudiño et al., 1998).
En total fueron recopiladas e interpretadas 112 discontinuidades estructurales asociadas a subsidencia en la zona metropolitana de San Luis Potosí. Este conjunto de fracturas comparte características de origen, evolución y distribución muy similares, por lo que se propone agruparlas en un sistema regional denominado “Sistema de fallas y fracturas por Subsidencia San Luis Potosí”. Este sistema se caracteriza por presentar discontinuidades con longitudes muy variantes que van desde los 63 m hasta los 8000 m.
¿Qué es la subsidencia?
La subsidencia es definida como el hundimiento de la superficie terrestre (USGS, 2018). El proceso puede manifestarse de manera gradual o mediante colapsos inesperados, provocando severas afectaciones en el terreno que van desde colapsos locales hasta regionales. Estos tipos de subsidencia pueden producirse en diferentes contextos, pero todos tienen en común que generan un gran impacto ya sea a escala local o regional para una población. Se estima que cerca del 60 % de los casos reportados de subsidencia a nivel global son provocados por actividades antropogénicas, principalmente relacionadas con la sobreexplotación de acuíferos (Bagheri et al., 2021).
¿Cómo se relacionan las fallas y la subsidencia?
La formación de discontinuidades o grietas relacionadas con subsidencia fue descrita inicialmente entre los años ochenta y noventa (Holzen, 1984; Carpenter, 1990). En dichos trabajos se menciona que el fracturamiento asociado a la subsidencia se genera bajo el control de zonas con un basamento altamente irregular o con altos periodos de precipitación. Esto se debe al transporte y arrastre de finos dentro de las fracturas, lo que provoca la remoción de material superficial y deja expuestas estas discontinuidades. Figura representativa de cómo se generan las discontinuidades (Pacheco-Martínez, 2007, traducido de Carpenter, 1990).
Subsidencia a lo largo de la historia
Desde que en 1978 se detectaron los primeros hundimientos en San Luis Potosí, la atención al problema ha avanzado rápidamente: en 1998 se documentaron daños severos en colonias como Aeropuerto, Reyitos, San Ángel y Valle de los Cedros; para 2006 ya se realizaban estudios geológico-geofísicos pioneros sobre las fallas; en 2012 se publicó el primer atlas de riesgos con estas trazas; en 2015 se incorporó monitoreo satelital para medir la subsidencia, y en 2018 un nuevo atlas municipal registró 56 fallas activas, consolidando un diagnóstico integral para la gestión del territorio.